Nueva semana, y con ella una nueva entrega de ACentoblog. Esta vez, nuestra protagonista es la lubina, también conocida como robalo. Un pez que no solo destaca por su imponente figura y su carácter aguerrido, sino también por ser uno de los mayores tesoros gastronómicos de nuestras costas.
Descripción de la Lubina

Considerada un pez noble desde la época de los romanos, la lubina presenta un cuerpo esbelto y fuerte, con un tono grisáceo en su dorso y un vientre blanco. Su boca es amplia, con numerosos dientes distribuidos por su maxilar inferior y sobre la lengua. Esta estructura le permite capturar con facilidad a sus presas.
Su capacidad de nado es excepcional, gracias a sus dos aletas dorsales, una más corta y otra más larga, y una gran aleta caudal en forma de horquilla. Estos atributos le permiten moverse con velocidad y destreza bajo el agua. Su tamaño puede variar desde los 10 hasta los 100 cm, con ejemplares que alcanzan los 10 kg de peso, aunque el promedio suele estar entre los 2 y 6 kg.
Alimentación y Hábitat
La lubina es un depredador nato que se alimenta principalmente de pequeños crustáceos, destacando su predilección por los camarones, así como por anélidos marinos, equinodermos y peces de menor tamaño, como las xoubas o las sardinas.
Se encuentra principalmente en aguas rocosas de poca o media profundidad, entre los 10 y 15 metros. También es común verla en deltas y desembocaduras de ríos, especialmente en verano, cuando se acerca a la costa en busca de alimento. Durante los meses fríos, se traslada a aguas más profundas. En su juventud, la lubina vive en bancos, pero con la madurez tiende a ser más solitaria o a vivir en pequeños grupos reducidos.

Captura
Existen diferentes métodos para la captura de la lubina. Uno de los más utilizados es la pesca de arrastre, mediante redes gruesas y tupidas. También se emplea la pesca con caña en zonas rocosas, una técnica que requiere gran destreza, ya que la lubina es un pez fuerte y veloz, ofreciendo una intensa batalla antes de ser capturada.

Época de Degustación y Mejores Recetas
Si bien la lubina está disponible durante todo el año gracias a su cría en piscifactorías, los meses ideales para degustar la lubina salvaje son de noviembre a marzo. Su carne en esta época es más firme y sabrosa, lo que la convierte en un manjar aún más apreciado.
Entre las múltiples formas de prepararla, destacan:
- Lubina a la espalda: Abierta en dos mitades y cocinada con aceite y sal, resaltando su sabor natural.
- Lubina al horno: Acompañada de patatas, cebolla, limón y nuestra receta secreta de aliño, una especialidad de A Centoleira.
- Lubina en guiso: Cocinada en tartera de barro con cachelos y verduras de temporada, una opción tradicional y reconfortante.
La versatilidad de la lubina permite disfrutarla de múltiples maneras, siempre con la garantía de un sabor delicado y una textura exquisita.

La lubina es un verdadero símbolo de nuestra gastronomía. Su valor ha perdurado desde la antigüedad, y su presencia en la cocina sigue siendo sinónimo de calidad y buen gusto. Ya sea a la parrilla, al horno o en un guiso, este pez continúa conquistando los paladares más exigentes.
© Jesús Soage y Xulio Laiseca
Praia de Beluso 14 Octubre 2021