Lubina

por | 30/11/21 | Acentoblog

Nueva semana, y por ello nueva entrega de ACentoblog, esta semana nuestro objetivo es diseccionar a una habitual de nuestras costas, de nuestra gastronomía, uno de esos manjares en los que cualquier persona piensa cuando se propone deleitar a familia y amigos con lo mejor de nuestro mar, no es otra que la Lubina, aunque también se la conoce comúnmente como Robalo. De gran figura y esbelta, aguerrida y fuerte como bien saben aquellos intrépidos que gozan pescando esta especie a pie de roca, pero sin duda alguna, una de las más famosas y celebres especies de nuestra tierra.

DESCRIPCIÓN

Considerado un pez noble por los Romanos, esta especie se caracteriza por un cuerpo fuerte y esbelto, de color grisáceo y tonos oscuros en toda su superficie, a excepción de la zona ventral que es de color blanco. Posee una boca de grandes dimensiones en comparación al resto de su cuerpo, con un gran número de dientes sobre la lengua, así como un maxilar inferior fuertemente marcado.

El Róbalo es capaz de nadar a gran velocidad, para ello está dotado de unas fuertes aletas dorsales, dos concretamente, una de menor tamaño y otra de mayor, y una gran aleta caudal con forma ahorquillada que le permite moverse con gran agilidad y destreza bajo el agua. En cuanto a las dimensiones que pueden alcanzar, oscilan entre los 10 y los 100 cm de envergadura, y pueden llegar a alcanzar, en algunos casos excepcionales, los 10 kg de peso, aunque normalmente cada ejemplar suele tener un pesaje medio de entre 2 a 6 kg.

ALIMENTACIÓN

La lubina es un depredador rápido y eficaz de nuestras aguas, se alimenta de pequeños crustáceos, encontrando en los camarones su presa fetiche, así como también ingiere otras especies como equinodermos, anélidos marinos de diferentes tipos, peces de menor tamaño, tales como xoubas o sardinas de pequeño tamaño, y otros animales marinos de menor tamaño y características diversas.

LOCALIZACIÓN, CAPTURA

Esta especie tiene mayor presencia en aguas rocosas de poca o media profundidad, exactamente a unos 10-15 metros, incluso frecuentando zonas como deltas o desembocaduras de ríos, acercándose a la costa en los meses de mayores temperaturas, y volviendo a adentrarse en aguas más profundas y alejadas de la costa una vez llegan los meses de temperaturas bajas. El Róbalo prefiere vivir en bancos numerosos durante su etapa joven, para volverse cada vez más solitarios una vez crecen y entre en la edad madura, aunque en algunas zonas, los ejemplares adultos si conviven en pequeños grupos muy reducidos o incluso en parejas.

En relación a su captura, esta se puede realizar a través de pesca de arrastre, con redes de mayor grosor y tupidas, así como con caña, a pie de roca, no sin estar dispuesto a una buena e intensa batallar cuerpo a cuerpo, dada cuenta de la fuerza y velocidad con la que se mueve la lubina bajo el agua, y la agresividad con la que se resiste a entregarse y salir del agua.


Pesca de la lubina en la costa gallega

ÉPOCA DE DESGUSTACIÓN Y MEJORES OPCIONES GASTRONÓMICAS

Es posible encontrar ejemplares de lubina, en cualquier lonja, plaza de abastos o pescadería, a lo largo de todo el año, puesto que es una de las especies que más se cultivan en piscifactorías de nuestro país y en todo el mundo, máxime a su valor económico y nutricional. No obstante lo anterior, los mejores meses del año para degustar la lubina salvaje son entre Noviembre y Marzo, meses de temperaturas bajas.

En cuanto a las mejores formas de preparar la lubina, existen mil y una opciones, como son mil y uno los gustos de quienes la preparan y la degustan, sin embargo, es muy común que en cualquier región del mundo o establecimiento gastronómico, se prepare este manjar, abierto a la espalda, sobre su lomo, con aceite y sal. En nuestra querida casa, A Centoleira, preparamos la Lubina de muchas maneras,  a la plancha sobre su espalda, torada en lomos de buen tamaño, y gratinados al horno, con patata, cebolla, limón y nuestra receta secreta de acompañamiento, que le da un toque especial y tanto gusta a nuestros clientes. Asimismo, es un pescado que puede prepararse gustosamente en guiso, en una tartera de barro, acompañada de cachelos y verduras de temporada, brindándonos una tradicional pero siempre acertada forma de prepararlo, y que a los románticos enamorados de la cocina tradicional marinera tanto agrada.

Sin duda alguna, por algo los Romanos consideraban a esta especie como un pez noble, y es que siglos después y en otros tiempos, su cotización económica no ha visto más que crecer su importancia en puertos y gastronomía, además de que sigue siendo para muchos, uno de los mayores y mejores manjares con los que celebrar grandes eventos y momentos, o deleitar a sus seres queridos.

© Jesús Soage y Xulio Laiseca
Praia de Beluso 14 Octubre 2021

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