LOS MEJILLONES, LOS PRINCIPES DE LAS MAREAS
Empecemos diciendo que es uno de los mariscos más populares al alcance de todos los bolsillos. Haciendo referencias a la historia, existen evidencias arqueológicas, las cuales evidencian, que formaban parte de la dieta de nuestros antepasados, así como también nos cuenta, que ya los romanos aplicaron su cultivo por el básico método de recogerlos en sus criaderos naturales e implantarlos en otros emplazamientos para que pudiesen crecer y reproducirse. La primera referencia gastronómica que se hace de ellos en castellano, se remonta a 1560, y es obra del cocinero y gastrónomo Martinez Montiño de la corte de Felipe II.
Su cría y cultivo, que lleva desde los años 70, convirtiendo a Galicia en uno de los mayores productores a nivel mundial, hacen de este molusco bivalvo uno de los estandartes de la Comunidad.
En la comunidad autónoma hay cinco subzonas, Ares-Sada, Ria de Muros-Noia, Ria de Arousa (que representan el 69% de la producción), Ria de Pontevedra y Ria de Vigo. Hay en toda Galicia cerca de 3300 bateas en más de 80 polígonos. Cada batea en condiciones normales produce de 65 a 70 toneladas. El 40 % de la producción se vende en fresco y el resto en enlatado.
Nutricionalmente hablando, los mejillones son una fuente destacada de proteínas y contiene una cantidad bastante pequeña de grasa. En lo que a minerales respecta, son principalmente una buena fuente de yodo, hierro, calcio, sodio y fosforo. Además, contienen vitamina B12 y E.
Gastronómicamente hablado, el mejillón es muy versátil y acepta infinidad de ingredientes en su elaboración, desde los socorridos mejillones al vapor, hasta elaboraciones mas complejas, nunca defrauda.
Cada país los elabora de manera diferente, así pues, en Bélgica y Holanda suelen comerse con patatas frita. En China, se hace una sopa con caldo de ajo y habas negras. En Francia se consume asada en algunas zonas. En Irlanda se consume hervidos y condimentados con vinagre. En Italia son famosas sus combinaciones con pasta, como el famoso pasta fagioli con le cozze (pasta con alubias y mejillones). En Nueva Zelanda son típicos con una vinagreta de chili. En Turquía enharinados y fritos, y también rellenos con arroz. En Perú son famosos los Choritos a la chalaca, es decir, con tomate, cebolla, ají y limón.
En esta receta de mejillones, que hemos escogido para iniciar esta andadura, vamos a utilizar cerveza negra, con la cual le daremos un toque especial a nuestros mejillones.
La cerveza irlandesa Guinness no es únicamente la cerveza negra más conocida del mundo, sino que también posee una extraordinaria capacidad para combinar gastronómicamente como ingrediente en multitud de recetas, muchas veces insospechadas.
Como estos Mejillones en salsa de nata y Guinness, una receta recomendada por la Guinness Storehouse que puede resultar muy práctica para salir del paso en cualquier compromiso inesperado o como picoteo improvisado.
INGREDIENTES
Para 6 comensales
- 1kg de mejillones irlandeses frescos en su concha
- 300 ml de nata
- 200 ml de caldo de pescado
- 330 ml de Guinness Extra Stout
- Una hoja de laurel
- Una nuez de mantequilla
- Una cucharada de eneldo fresco picado
- Una cebolla mediana troceada
- Una zanahoria grande troceada
- Un apio grande troceado
- El zumo de medio limón
ELABORACIÓN DE LOS MEJILLONES
Poner en una sartén la mantequilla, la cebolla, la zanahoria y el apio y sofreír de dos a tres minutos, con cuidado para que no se hagan demasiado.
Añadir la cerveza Guinness, el caldo de pescado y el laurel y hervir a fuego lento hasta que se haya reducido a la mitad.
Agregar la nata y reducir de nuevo a la mitad.
Incorporar los mejillones y cocinar durante dos o tres minutos, hasta que las conchas se abran por completo.
Por último, añadir el eneldo y el zumo de limón.
Servir con una rebanada de pan oscuro y mantequilla.
© Jorge Sampedro y Xulio Laiseca
Praia de Beluso 29 Febrero 2022